Por La Berenjena
CDMX.- El entusiasmo que Karina Dávila sentía cuando su abuelo la invitó para que le platicara todo acerca del viaje que acababa de realizar por Europa, desapareció cuando el anciano sacó unos viejos mapas para que fuera en ellos y no en la computadora, donde su nieta le mostrara sus recorridos.
“No tenía idea de lo que estaba haciendo”, confesó Karina terminar la visita, “en el papel, los mapas no te muestran en dónde estás… tú misma tienes que adivinarlo”.
La experiencia tampoco fue grata para Don Adalberto Dávila.
“El viaje de Kari inició en París y durante 15 días visitó siete países más”, indicó, “pensé que íbamos a pasar una gran tarde juntos, pero cuando noté que tardó más de 10 minutos en ubicar Francia en el mapa, empecé a sospechar que había sido una mala idea”.
“Pero ya no podía retractarme”, dijo Don Adalberto, “no quería que ella pensara que me había decepcionado”.
“Solamente platicamos de los primeros cuatro días de mi viaje y las seis horas se fueron volando”, señaló Karina quien confía en que le bastarán sólo cuatro o cinco reuniones más para terminar de contar su viaje a Don Adalberto.
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