CDMX.- Al celebrar su cumpleaños número 7, la pequeña Lorena comenzó a sentirse débil. Tanto, que se disculpó para retirarse a su cuarto sin siquiera comer un poco de su pastel.
Al día siguiente, Lorena experimentó dolor muscular, náuseas y dificultad para respirar.
Siete meses después, y solo porque los síntomas no desaparecían con tratamientos homeopáticos, Norma Limón Herrera, madre de la criatura, decidió llevarla al médico.
En el hospital, el doctor Óscar Dávalos Kuri dictaminó que Lorena sufría de poliomielitis paralítica. Hecho que sorprendió a la comunidad médica porque esa enfermedad no se presentaba en México desde 1990 gracias a la vacuna Sabin que se aplica en forma gratuita a los niños durante las semanas nacionales de salud.
“A lo mejor mi hija se enfermó porque decidí no vacunarla”, intuyó la sagaz Norma, “y no lo hice porque leí un estudio en Facebook que ligaba a las vacunas con el autismo… y pues yo no podía darme el lujo poner a mi hija en ese riesgo”.
La antes cordial relación entre Lorena y su mamá cambió por completo cuando los médicos hicieron saber a la pequeña que, en el mejor de los casos, la poliomielitis la mantendría atada a una silla de ruedas durante el resto de su corta vida.

“Mi hija me culpa por lo que pasó y hasta ha intentado matarme”, dijo Norma, “por fortuna, el dolor progresivo, la fatiga y el deterioro muscular que la poliomielitis le ha causado me han permitido esquivar sus ataques con facilidad”.
Tras darse a conocer la noticia, la madre de Lorena fue objeto de una lluvia de reclamos de parte de familiares, amigos e, incluso, de personas que, sin conocerla, buscaron su perfil en redes sociales para hacerle saber que reprobaban su aptitud como madre.
Pero también hubo una muestra de solidaridad.
“Me llamó la actriz Claudia Lizaldi para decirme que yo había hecho lo correcto y me dijo que la poliomielitis de mi hija se podría curar con una poción de mandrágora que vio una vez en una película de Harry Potter.
“Incluso prometió volver a llamarme cuando encontrara la receta”, señaló Norma mientras subía los pies al sofá para evitar que fueran apuñalados por Lorena quien, lastimosa pero tenazmente, reptaba hacia ella sosteniendo un cuchillo entre sus dientes.
Actualización I: Durante una nueva revisión, los médicos dictaminaron que Lorena también padece hepatitis B, sarampión, rubéola, difteria, tétanos, tos ferina y parotiditis. Todas ellas, enfermedades prevenibles con la vacunación.
Actualización II: Lorena mandó una solicitud a la Asociación Make-A-Wish para que le manden a una persona que le ayude a matar a su ignorante madre.
Actualización III: Sin dar mayor explicación, la Asociación Make-A-Wish rechazó la petición de la pequeña.
Por Daucus Carota