Por La Berenjena
Querétaro.- “¡Buenas noches, soldados de Cristo!, exclamó Carlos Ballarta al entrar al escenario provocando las carcajadas de los fanáticos del standupero de humor oscuro.
Las risas aumentaron cuando el humorista, que vestía una playera del grupo de rock cristiano “12 Stones”, pidió a los presentes tomarse de las manos para comenzar a rezar el Padre Nuestro.
Algunos soltaron carcajadas pensando que en algún momento Ballarta tomaría la oración como pretexto para iniciar una de sus célebres diatribas en contra de la religión organizada.
Pero la oración terminó y ese momento jamás llegó.
El temor de los presentes se convirtió en terror cuando, en vez de dirigirse al público con su ya clásico “Damas y Caballeros”, Ballarta decía “Hermanas y Hermanos”.
La incomodidad de la audiencia fue en aumento cuando el standupero narró con emoción cómo se dio cuenta de que había vivido en el pecado y cómo fue rescatado por sus ahora hermanos.
Contrario al estilo que lo caracterizaba, el cómico no habló sobre paternidad, aborto, economía, política o transporte público. En vez de eso, compartió con la audiencia una y otra vez la buena noticia de que “el Señor había resucitado”.
Inmune al abucheo, Ballarta dedicó los minutos restantes de su espectáculo a resaltar la sabiduría del Creador leyendo extractos del libro del Génesis. Alabanzas que él mismo interrumpía con frecuencia para regañar a quienes ingerían alcohol durante su espectáculo.
Conforme la presentación avanzaba y poco a poco los asistentes abandonaban el foro de La Caja Popular, Ballarta aprovechó para informar a la audiencia que en el lobby se encontraban representantes de la Iglesia “Semilla de Mayonesa” a quienes podrían acercarse para hacer donativos o pedirles orientación espiritual.
Casi al finalizar, Ballarta agradeció la presencia de las dos personas que aún quedaban en la sala a quienes invitó a unírsele para cantar el Himno “A solas con Jesús”.
Con lágrimas en los ojos, los dos espectadores que se habían aferrado a la idea de que todo el número cristiano solo hubiera sido una gran broma, abandonaron defraudados el lugar.
“A solas al huerto yo voy, cuando duerme aún la floresta…” alcanzó Ballarta a cantar antes de que le apagaran el audio y las luces.
Tras de múltiples protestas y amenazas de destruir el lugar, la gerencia de La Caja Popular informó que reembolsará el dinero de los boletos a quienes así lo hayan solicitado.