CDMX.- En su diario ir y venir a bordo del Metrobús, Daniel Oropeza ha buscado distintos pasatiempos que le ayuden a hacer más amenos los traslados pero, desde hace un año, solo un pensamiento ocupa su mente.
“El año pasado me hice una pregunta que cambió todo”, señaló el contador público de 27 años de edad, “¿qué pasaría si durante el traslado, toda la humanidad desaparece y solo sobrevivimos los pasajeros de este camión?”
“¿Cómo nos organizaríamos para superar esta situación y qué tendríamos que hacer para que la humanidad renaciera?”, agregó.
Con el objetivo de evitar la extinción de llegar a presentarse tan apocalíptico escenario, cada que aborda el Metrobús, Daniel divide en su mente a los pasajeros en grupos de acuerdo a las funciones que podrían tener en una nueva sociedad.

“Primero selecciono a las mujeres más guapas para integrarlas a un grupo cuya función básica sería la reproductiva”, explicó el contador, “después analizo cuáles pasajeros podrían causarme algún problema en su intento por despojarme del liderato”.
“Pero”, le cuestionamos, “¿habría alguna especie de elección? ¿Por qué sería usted el líder y no, por ejemplo, el gandalla aquel que va sentado en el espacio exclusivo para las mujeres?”
“Porque soy el más preparado para hacerlo. Llevo meses pensando cómo hacer frente al problema y ya tengo todo planificado”, indicó el dictador en potencia.
Para llevar a cabo sus planes, Daniel sabe que tendría que ganarse la simpatía de los pasajeros más fuertes.
“Eso es fácil, porque les diría que si me apoyan desde un inicio, ellos formarían parte del programa de reproducción para el renacimiento de la humanidad”, señaló el dictador y padrote en potencia, “creo que es una promesa que difícilmente alguien más podría superar”.
Ya con la fuerza de su lado, el dictador y padrote en potencia procedería a entrevistar al resto de los pasajeros para ver quiénes tienen habilidades de utilidad para el grupo y quiénes solamente servirían de alimento si hubiese escasez.
“Un plomero, un electricista y un albañil son de mucho mayor utilidad que un influencer, o un publicista, o una maestra de yoga… a esos, llegado el momento, probablemente tendríamos que devorarlos”, señaló el dictador, padrote y caníbal en potencia.
“¿Y los niños?”, se le preguntó.
“Todos ellos serían educados en un programa diseñado por mi para inculcarles respeto y fe ciega en la autoridad, o sea, en un servidor. Y así, a medida que vayan creciendo, vería a qué grupo de trabajo podrían irse integrando… también tendría que ver cuáles serían las niñas con potencial para unirse al programa de reproducción… pero en un futuro, cuando cumplan 18 años… o 16, aún no lo sé”, finalizó el dictador, padrote, caníbal y pedófilo en potencia.
Por El Betabel
Jajajajajjaja mis viajes en bus ya nunca serán igual!!!
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