CDMX.- Hace dos años, Ernesto García Castillo tomó la decisión de dejar de fumar y buscó refugio en los cigarros electrónicos.
“Mi esposo no fumaba mucho, era lo que llaman un fumador social”, señaló Sandra, su viuda, “y como lo quería dejar pero decía que de vez en vez se le antojaba un cigarro, se compró uno electrónico”.
Convencido de su decisión, García Castillo se convirtió entonces en promotor del ‘vaping’ y daba generosos consejos a quienes le preguntaban cómo es que había logrado dejar el cigarro tradicional.
“Recuerdo que en las reuniones platicaba sobre ‘mods’, resistencias, líquidos y recomendaba a quienes querían seguir sus pasos, lugares y sitios de internet en donde se podían conseguir”, señaló Ubaldo Menchaca Juárez quien, durante todo el velorio, no dejó de abrazar a la viuda de su amigo.
Aunque al parecer todo iba bien, a finales del año pasado, durante un examen médico general, García Castillo recibió la noticia de que tenía cáncer.
“Fue devastador, porque Ernesto confiaba en que al haber dejado de fumar, las probabilidades de adquirir esa enfermedad iban a desaparecer, pero no fue así… no somos nada, no somos nada”, expresó Menchaca Juárez mientras acariciaba la espalda de Sandra.
“Melanoma maligno, eso fue lo que le dijo el doctor”, indicó la viuda que extrañamente se notaba muy cómoda en los brazos de Menchaca Juárez, “siempre le dije que no era sano ir tres veces a la semana a las camas de bronceado, pero nunca me hizo caso”.
Por La Berenjena